Hola amigos, hoy inicio con una sección nueva que se me ocurrió hace un ratito. En instagram me gusta hablarles de libros clásicos y siempre acompañarlos de algo más de información, pero creo que, en ocasiones, no tengo suficiente espacio ahí, es por eso que cree "Hablemos de..." para platicarles todas las curiosidades que encuentro de los libros y sus autores.
Cuando emprendemos un largo viaje, se corren dos eventualidades de no ver más a nuestros amigos. Los que se quedan, pueden no estar allí a la vuelta; los que parten, pueden no volver.
Hoy les hablo sobre la única novela de Julio Verne protagonizada por una mujer: Mistress Branican.
Sinopsis:
Felizmente casada y madre de un pequeño, su marido es embarcado en un buque, como capitán, para realizar gestiones comerciales. Un día Mistress Branican, paseando por el puerto junto con su prima, a bordo de un pequeño barco, cae a la mar abrazada a su hijo, el cual, perece ahogado, por lo que Mistress Branican pierde el juicio. Al recuperarlo, después de cuatro años, descubre que el buque que capitaneaba su marido ha sido dado por desaparecido, por lo que esta mujer decide ir a buscarlo como sea y adonde sea. Pero alguien no está interesado en que su noble misión llegue a buen puerto.
Fue publicada por entregas en la Magasin d’Education et de Récréation, perteneciente a Pierre-Jules Hetzel y Jean Macé; desde el 1 de enero hasta el 15 de diciembre de 1891 y publicada en dos tomos el 3 de agosto y el 9 de noviembre de ese mismo año. Cuenta con un total de 33 capítulos y pertenece a la colección Viajes Extraordinarios de Verne. Aunque el autor tiene algunas heroínas no todas son protagonistas ni tienen capítulos narrados por ellas mismas, solo Mistress Branican.
Lo más especial de esta novela es que fue inspirada en hechos reales: la búsqueda del capitán John Franklin quien pertenecía a la Royal Navy y explorador del ártico británico. Todos los miembros de su expedición murieron en el ártico canadiense mientras pretendían encontrar el Paso del Noroeste. Fue un misterio sin resolver hasta doce años después de su desaparición.
La esposa de John Franklin, Lady Jane, encargó varias partidas de búsqueda y muchas otras fueron por voluntad propia pues la búsqueda de Franklin había cautivado la imaginación popular. Hubo un momento en que había 10 barcos británicos y 2 estadounidenses dirigiéndose al Ártico. Se perdieron muchas más vidas que las que se esperaba salvar.
La esposa de John Franklin, Lady Jane, encargó varias partidas de búsqueda y muchas otras fueron por voluntad propia pues la búsqueda de Franklin había cautivado la imaginación popular. Hubo un momento en que había 10 barcos británicos y 2 estadounidenses dirigiéndose al Ártico. Se perdieron muchas más vidas que las que se esperaba salvar.
En 1854 el explorador John Rae descubrió evidencias del destino de la expedición de Franklin. Durante su viaje, Rae encontró un inuit (habitante de la región Ártica de América del Norte) que le habló de un grupo de 35 ó 40 hombres blancos que habían muerto de hambre cerca de la desembocadura del río Back, también le mostró varios objetos que fueron identificados como pertenencias de Franklin y sus hombres.
Lady Jane encargó una última expedición a Francis Leopold McClintock con la información que Rae le dio y en el verano de 1859 encontraron un documento en el que había información sobre John Franklin y su expedición, además encontraron cuerpos e instrumentos. Franklin había muerto el 11 de junio de 1847.
Espero que esta nueva sección les haya gustado y me encantaría que me contaran si conocían la historia detrás de esta novela y qué les ha parecido.
Lady Jane encargó una última expedición a Francis Leopold McClintock con la información que Rae le dio y en el verano de 1859 encontraron un documento en el que había información sobre John Franklin y su expedición, además encontraron cuerpos e instrumentos. Franklin había muerto el 11 de junio de 1847.
Espero que esta nueva sección les haya gustado y me encantaría que me contaran si conocían la historia detrás de esta novela y qué les ha parecido.
Eliza Makoto